Hace unos 10 años atrás, en un viaje por Barcelona tuve la oportunidad de descubrir uno de los mejores vinos blancos que he probado. A raíz de la recomendación de un gran amigo y conocedor, propietario del restaurante Ca l´Isidre , llego a conocer “As Sortes”, producido por el enólogo Rafael Palacios. As Sortes, que escrito en gallego significa “La Suerte”, es producido a partir de la cepa Godello, una cepa que hasta ese momento no conocía. La estructura mineral del vino, su peso en boca, frescura, acidez, aroma y sabor presentaban un descubrimiento totalmente nuevo para mí. ¡Y vaya que vino! Wow!
Rafael Palacios inicia su proyecto personal en el año 2004, en la sub-zona del Valle del Bibei municipio de O Bolo, D.O. Valdeorras, en Galicia, comprando viejos viñedos de la variedad blanca autóctona Godello, a ancianos viticultores. La extremada orografía y la baja producción de sus suelos poco fértiles, la filoxera y la depresión de los años veinte, llevaron al casi total abandono de esta pequeña pero histórica comarca vitícola Valdeorresa. Cultivadas mayoritariamente en bancales, estas pequeñas parcelas fueron heredadas por estos viticultores a sorteo, “Sorte” en Gallego.
Rafael Palacios vio una inmensa oportunidad en estos suelos abandonados y en la cepa Godello, y se puso a trabajar en las tierras para obtener el mejor vino posible. Luego de varios años, Rafael pone en el mapa sus vinos, posicionándolo en los mejores restaurantes de España, sacando a relucir el esplendor y complejidad de la cepa Godello; que honestamente no estaba en el mapa de nadie. Hoy día, Rafael controla personalmente los trabajos de campo y los procesos de elaboración, basados en el máximo respeto a la identidad de O Bolo y la pureza de la expresión de sus vinos.
As Sortes se convirtió en mi vino blanco de referencia cada vez que iba a España. En todo los lugares que aparecía en carta, lo pedía. Tres años después de ese primer descubrimiento, le escribo a Rafael, quien amablemente me responde, que no estaba preparado para exportar sus vinos a nuestro continente.
En plena pandemia, hablando con un amigo sobre vinos blancos, retomo la comunicación con Rafael y su equipo, para traer As Sortes a Panamá. Siete años después de ese primer contacto, finalmente estaban listos para exportarnos vino. ¡Que alegría! No se imaginan.
As Sortes llega con la añada 2019 por primera vez a Panamá, producido en los viñedos más antiguos de Godello de la propiedad, con edad promedio de 40 años. Hecho de clones antiguos que han sido rescatados gracias al plan “Revival”, donde su mosto es criado en barricas de 500L por 8 meses, es realmente una experiencia probar este señor blanco.
Lastimosamente las cantidades de As Sortes son muy limitadas y llegan muy pocas cantidades a nuestro mercado…. pero llegan.
Josep Roca describe el vino con estas breves palabras “As Sortes transmite sensación de alegría”
¡Qué más podemos pedir en un vino!
¡Chin Chin!, Juan Carlos Canavaggio.
RAFAEL PALACIOS As Sortes 2019
$ 56.00
"Il Frappato nació de mi sueño de niña de hacer un vino que conociera la tierra que trabajo, el aire que respiro y mis propios pensamientos"
Arianna Occhipinti
El próximo 14 de febrero se celebra el día de San Valentín. El famoso día de los enamorados y de la amistad, está rodeado de eventos y actividades que hacen homenaje al amor. Es el único día del año, donde celebramos este lenguaje universal y solemos preparar alguna comida especial para nuestras parejas o amigos. En muchas ocasiones, decidimos salir a comer a un buen restaurante y que no nos falte el buen vino o la champaña para brindar por los buenos recuerdos, o por el futuro por venir. Los románticos aprovechan este día para hacer una serie de halagos a sus parejas y mostrar su amor. Uno de los dramas románticos mas famosos que existen es el de Romeo y Julieta, escrito por William Shakespeare en 1597. Una historia de pasión, donde la vida en sí, pasa a un segundo plano, si esa pasión no se puede vivir a plenitud. Es así como muchos llevan sus vidas, ya que sin pasión, no hay inspiración para seguir adelante.
Famiglia Pasqua es un productor apasionado del vino, ubicado en las afueras de Verona, al norte de Italia. Tuve oportunidad de visitarlos hace muchos años atrás, con un grupo grande de amigos panameños, aficionados al vino. Fuimos recibidos por el Sr. Carlo Pasqua, uno de los propietarios del viñedo, quien amablemente nos preparó un almuerzo con una de las mesas mas grandes de quesos y embutidos que he visto en mi vida. Todos productos artesanales de la región, para degustar junto a sus deliciosos vinos. Carlo era un hombre de edad avanzada, sumamente simpático quien había conocido hacía siete años antes de la visita, pero solo por email y teléfono. Cuando nos recibió, y nos conocimos en persona por primera vez (no existía zoom), me percaté que padecía de Parkinson. Aunque me preocupé en un principio, su condición no fue obstáculo para que nos atendiera como si fuera un jovencito, lleno de energía y vida. Más allá de eso me trató como si fuera un viejo amigo del alma.. dedicando cada momento y detalle hacia nosotros. Hasta el día de hoy recuerdo con una gran sonrisa, la excelente hospitalidad y cariño que recibí por parte de él y de su esposa, durante nuestra visita. Un cariño que trasciende a las generaciones de hoy, donde Riccardo Pasqua y su querida prima Cecilia, atienden los retos del presente y futuro de la familia.
La pasión es algo que la Famiglia Pasqua lleva por dentro y por eso han decidido llamarle a una de sus líneas de vinos, Romeo y Julieta. La serie está conformada por cuatro vinos. El tinto es un Passimento, un estilo de vino donde las uvas se dejan secar para poder prensarlas con mayor contenido de azúcar, exaltando sus aromas y textura, dando como resultado un vino elegante, suave y un chin dulce, pero seco. Este vino mezcla tres cepas: merlot, corvina y croatina y en lo personal me parece espectacular con el chocolate. Pero también va con una buena ternera guisada, una pasta con un ragú de carne, embutidos como la bologna y salami y muchas otras cosas más (recuerden que hay que experimentar). El segundo vino es el Romeo y Julieta Blanco, el favorito de mi madre, un vino hecho de la cepa Garganega que también pasa por el proceso de Passimento, para dar lugar a un vino delicioso con un toque dulce, pero seco, especial para disfrutar en aperitivos y picadas. El tercer vino es el Prosecco Romeo y Julietta, hecho con la cepa Glera, que ha sido un o de esos espumantes que a todos les ha gustado. Suave, elegante, ligero y fresco, es muy fácil de tomar en cualquier ocasión. El cuarto vino es el Romeo y Julieta Prosecco Rosé, un vino espumante rosado hecho con la cepa Glera y el Pinot Noir (para dar el toque rosado), con notas un poco más afrutadas, manteniendo su frescura y su final seco.
En la ciudad de Verona se encuentra el pequeño jardín interno, donde está el famoso balcón, símbolo del escenario del romance entre Romeo y Julieta. Es el destino más visitado de Verona y las cuatro paredes que rodean el jardín interno están llenas de mensajes de amor. Se dice que se escriben hasta unos 3500 mensajes al día, en sus muros, cuando el espacio es más concurrido. Visitar el jardín es una experiencia única. La cantidad de personas que entran en el pequeño espacio es impresionante. Llegan en un peregrinaje al amor, para escribir sus mensajes a quienes aman.
Las etiquetas de la serie Romeo y Julieta hacen homenaje a ese muro, a ese mensaje de amor. Un mensaje de la Famiglia Pasqua hacia nosotros, con cada botella que hacen. No olvidemos este 14 de febrero de enviar un mensaje de amor a aquellas personas que amamos. Tomemos el tiempo para compartir momentos especiales con ellos, expresar lo que sentimos y disfrutarlos con una buena copa de Romeo y Julieta. Con cuatro opciones para escoger, seguro que hay una para complacer cada paladar. Les deseo a todos un feliz día de San Valentín.
¡Chin Chin!, Juan Carlos Canavaggio.
El pasado 4 de enero se celebró el Día Internacional del Braille, el lenguaje universal escrito para los ciegos, ese que tiene puntitos y que se utiliza para que ellos puedan leer. En la industria del vino es muy poco frecuente ver una etiqueta diseñada con Braille. El único productor que conozco que hace esto es Michel Chapoutier, basado en Tain l´Hermitage, en el Valle del Ródano, Francia. Conocí a Michel en la ciudad de Chicago en el año 2005. Había leído sobre él y sus grandes vinos, pero nunca había tenido la oportunidad de probarlos. Esa tarde tuve un tête à tête con Michele, quien me presentó todos sus mejores vinos, muchos de los cuales eran difíciles de conseguir y a precios prohibidos. Fue una clase maestra y yo su único estudiante, por unos breves treinta minutos. Uno de los recuerdos más memorables de la degustación fue ver y sentir que cada etiqueta de sus vinos estaba marcada con Braille. Michele quería que los ciegos del mundo pudieran claramente identificar sus vinos y saber lo que estaban tomando. Me pareció una iniciativa única. Con eso, Michel le muestra al mundo que no solo es un gran productor de vino, sino que tiene un gran sentido de inclusión social.
El Cornas Temenos 2018 tiene un color purpura oscuro, un vino de mucha concentración a la vista. Su encanto comienza cuando te llevas la copa a la nariz y comienzas a sentir esos aromas de especies, frutos negros, roble, y laurel. Al probarlo, los taninos son sumamente sedosos y elegantes, la fruta es concentrada dejando un final largo y persistente. Es un vino que está delicioso ahora de joven, pero tiene un potencial de guarda por lo menos de 20 años. Una añada tan buena como las 2018 muestra claramente que los buenos vinos se pueden disfrutar desde joven, a diferencia de otros años, cuando el tiempo en botella es sumamente necesario para que el vino salga a relucir. Este es uno de esos vinos tintos que uno dice WOW, me alegro haber probado esto temprano.
Hay que dar gracias a Dios por esas oportunidades y porque tenemos los cinco sentidos en orden. A veces perdemos la humildad de reconocer lo valioso que son esos detalles, el poder ver, oler, sentir, degustar. Lo bello del vino es que aunque una persona ciega no pueda ver el color, puede disfrutar plenamente de su aroma y sabor, y en este caso, sabiendo exactamente lo que está tomando. Ahora que estamos pasando por el COVID, uno pierde totalmente el sentido del olfato y el gusto. Por mas que puedas ver, el mundo sin aroma y sin sabor, pierde toda su dimensión. La comida y el vino no saben a nada.
Todos esos detalles hay que tomarlos en consideración, y sentirse agradecidos plenamente cuando los tenemos en orden. Ok de vuelta al vino...
Cornas es una AOC (Apelación de Origen Controlado) muy pequeña en la parte norte del valle del Ródano. Solo produce vinos tintos exclusivamente de la cepa Syrah, por ley. Debido es que es un área pequeña, sus producciones tienden a ser limitadas. El nombre Cornas es de origen Celta y significa tierra quemada. Se dice que el Rey Luis XV era un gran fanático del vino de Cornas. Su tradición vitivinícola data del año 885 y realmente en Panamá no ha existido una oferta de esta región hasta ahora.
El nombre Temenos, proviene de origen griego y significa un terreno delimitado consagrado a un dios, excluido de usos seculares. ¡Tremenda inspiración para el nombre de un vino! ¡Tenemos suerte nosotros los mundanos, de poder probar este vino! La verdad que el vino está de otro mundo, exquisito y delicioso. Es una de esas joyitas que aparecen de vez en cuando, y que cuando se descubren vale la pena comprarse unas 12 botellas para poder disfrutarlo en los próximos 20 años. Y cuidado que se lo acaban mucho antes! ¡No digan después que no les dije!
¡Chin Chin!, Juan Carlos Canavaggio.
Cuando pienso en un vino rosado, el primero que se me viene a la mente es el Domaine OTT Clos Mireille. Desde niño veía a mi abuelo, el Dr. Jean Canavaggio y a mi abuela Maud, tomar este vino, que tenía una botella de forma curiosa. Hasta ese momento, nunca había visto una botella de vino igual a ella; alta, en forma de lágrima alargada, muy elegante. Se parecía más a una botella enorme de perfume que a una botella de vino. Sin duda, una de las botellas más bonitas de vino que he visto en mi vida. Y se llama “cour de grain” o “corazón de grano” … ¡eso lo aprendí hace poco!
Tengo muy bonitos recuerdos de la familia tomando Domaine Ott, particularmente en los almuerzos de los domingos en la casa de Jean y Maud. Ambos cumplían años en el mes de enero y les encantaba celebrar con un buen vino rosado. Toda la familia se sentaba en una mesa larga, y todos tenían su copita de vino, chica o grande, con o sin agua, dependiendo de la edad que tuvieras. Todavía guardo botellas de los años ochenta, la más antigua de 1981. Estas las encontré junto a mi papá, luego que los abuelitos pasaran al cielo. Cada vez que las veo, me remonto a las vivencias de esa época, y las guardo más por efectos sentimentales que por el vino que llevan dentro. También me hacen recordar mis raíces familiares, nuestras tradiciones y del tiempo que llevamos construyendo la cultura del vino. Y que, en efecto, sin la pasión que llevamos dentro, no tendríamos una razón para seguir contando y haciendo historias.
Recuerdo que Clos Mireille fue el primer vino rosado que probé, y en esa época Domaine Ott solo hacia el rosado que se conoce hoy día como Clos Mireille. Recuerdo que el abuelo Jean contaba la historia que los mejores rosados provenían de una región de Francia conocida como Provence. Y que esta región quedaba cerca de la casa de la tía Teresa, que vivía en Marsella, como para que supiéramos que estaba al sur de Francia cerca al mar Mediterráneo.
Todas esas bellas experiencias me inculcaron al Clos Mireille como mi rosado o “rosé”, de referencia, lo que fue bueno y malo a la vez. Bueno porque había aprendido lo que era un buen vino rosado, y malo porque fue sumamente frustrante encontrar un buen vino rosado después de ese. Nada se le parecía a ese vino. Ni los rosados de California, ni los de Chile, ni los de España, ni los otros franceses que habían en el mercado. Ninguno. Y por mucho tiempo simplemente no estuvo disponible. En cierto sentido se desapareció del mercado para volver, y de una forma muy curiosa. Y es que llegó de las manos del Grupo Roederer, los dueños de la champaña Louis Roederer Rose Vintage. ¿Se recuerdan la champaña que escogí para navidad?, bueno, ellos compraron Domaine Ott en el año 2004 y por ahí fue que volvió aparecer este maravilloso vino en nuestra familia. ¡Como es la vida!
Domaine Ott se funda en el año 1912, por el ingeniero agrónomo Marcel Ott, que viaja de Alsacia a la costa de Provence en 1896 en busca de oportunidades. La historia de Domaine Ott es una historia de pasión. Marcel Ott descubre estos viñedos que estaban completamente abandonados luego de la plaga de la phyloxera a mediados del siglo XIX y decide restaurarlos. Su ubicación frente al mediterráneo es un sueño para cualquiera. Fue tal el miedo que marcó esta plaga en la gente, que pocos quedaron con ganas de seguir en la viticultura del vino y Marcel aprovechó el momento. Su base educativa le había dado la confianza para tomar el proyecto y convertirlo en un viñedo de excelencia. Y así fue. Ya en la década de los años 30 y 50s, Domaine Ott era conocido como un Rosé de referencia. Además, la región de Provence tenía una tradición milenaria en la elaboración de vino, habiendo pasado los romanos muchos siglos atrás. La mezcla que desarrollo Marcel, consiste en tres cepas. La primera, la más predominantemente es la Garnacha. De ahí se mezcla con Syrah y Cinsault para darle un mejor balance al vino. Su color es más un oro rosado muy claro, que un rosado. En nariz tiene aromas a mango, melón y algo cítrico, a la vez muy fresco y seco en boca, pero con un textura mineral y un final largo y persistente. Es realmente delicioso y se puede acompañar con todo tipo de comidas. Es así de versátil. Es un rosado completo y único. Es encantador con su aroma, pero posee el cuerpo, la elegancia y la personalidad para dejarte gratamente impresionado. Como mencioné anteriormente, una vez que lo pruebes, es difícil volver atrás.
Sin duda, Domaine Ott tiene un lugar especial en mi corazón y siempre lo tendrá. Lo importante para mi ahora, es compartir este gran vino con mis hijos, amigos, familiares y futuros nietos, para pasar esas historias a la nueva generación y construir nuevas historias para las próximas generaciones. Me queda la esperanza que ellos podrán seguir esta bella tradición y a la vez compartir momentos especiales en familia en los años por venir. ¡Espero que tú también lo disfrutes y nos compartas nuevas historias!
¡Chin Chin!, Juan Carlos Canavaggio.
Ya comenzó el verano y con la entrada del sol y la brisa del norte, comienzan los viajes y las aventuras al interior. Panamá es un bello país, ofreciendo opciones de playa y montaña en distintos lugares y con un a cercanía envidiable. Normalmente solemos aprovechar estos meses para estar más tiempo al aire libre, donde sea que estemos, y cuando es el momento de escoger un vino, preferimos que sea fresco, agradable y que se sirva frío. El Sancerre Blanc de Domaine Vacheron me viene a la mente como el acompañante ideal para estos meses de verano. Y es que justamente la semana pasada e inclusive hoy, he recibido mensajes de clientes, comentando lo felices que están disfrutando de este vino.
Sancerre en una región de Francia, que queda al Sur de París, dentro del valle de Loira. Es una región muy famosa por la producción de la cepa Sauvignon Blanc. En Francia, se acostumbra a no poner el nombre de las cepas en la etiqueta de los vinos. Para los franceses el concepto de cepa no es tan importante como el concepto de lugar o “terroir”, como se denomina correctamente. La autenticidad y tipicidad de la tierra, el clima y la cepa del lugar, dan como resultado el sabor del vino, por lo que es importante ir aprendiendo estos detalles sobre los vinos franceses. Su identidad está en la región, en la viña y en el productor, no en la cepa. Si bien es cierto, conocemos la cepa sauvignon blanc porque se cultiva en Chile, Argentina y Estados Unidos, y la vemos en el supermercado, el Sancerre Blanc de Domaine Vacheron no es como ningún otro sauvignon blanc. Si bien guarda las características de ser un vino fresco, agradable, mineral y muy largo en boca, su estilo es completamente único a la región de Sancerre y eso es lo que lo hace muy especial. Los viñedos están predominantemente plantados sobre una cama de sílex (roca sedimentaria constituida por minerales de silice) que le da a sus vinos un estilo singular, muy difícil de replicar.
Domaine Vacheron es un productor icónico de Sancerre. Son especialistas en Sauvignon Blanc, haciendo más de 10 referencias únicas en su viña. Algunas dentro de parcelas de viñedos de muy pocas hectáreas, y producciones muy limitadas. Sin embargo, este Sancerre Blanc es su bandera, su vino embajador, el que viaja por el mundo abriendo puertas y marcando impresiones placenteras en todos sus consumidores. Las cepas se recogen a mano, provenientes tanto, de las parcelas con sílex, como de las parcelas con piedra caliza, haciendo una mezcla balanceada en su estilo mineral. Es un vino certificado Biodinámico Demeter, de viñedos orgánicos altamente cuidados, para dar bajos rendimientos de la mejor uva posible. Un vino donde solo se usan procesos naturales traspasando el amor y el cariño de la familia Vacheron a cada botella.
Y es que a quien no le apetece un vino así, a las seis de la tarde, fresquito, en una terraza para despejar la mente del día o simplemente apreciar los bellos atardeceres que nos regala el cielo panameño. Bueno, yo espero que puedan separar un momento para hacerlo, para disfrutarlo, y si lo quieren acompañar con alguna comida, ¡pues bienvenido sea!. ¡Seguro que una botella no les alcanzará!
¡Chin Chin!, Juan Carlos Canavaggio.
Hoy 6 de enero, los cristianos celebramos el Día de Reyes. El día que los tres reyes magos, Baltazar, Gaspar y Melchor, llegan a visitar al niño Jesús, para adorar su venida a nuestro mundo. Según la religión católica, este día coincide con el día de la Epifanía. Es una de las celebraciones litúrgicas más antiguas y celebra el día de la revelación o aparición del ser divino, Jesús, al mundo pagano, los reyes magos. Por lo regular, este día se celebra dando regalos a los niños, algunos ponen pastillas y chocolates en las medias de navidad, otros dentro de los zapatos, otros dan regalos más significativos. Por lo general el día marca el fin de la Navidad y pasa un poco desapercibido en nuestro país. Ahora si queremos celebrarlo, yo escogería el Betz Père de Famille 2012 con una buena carne asada, y pondría una mesa afuera, al aire libre, para disfrutar la brisa de una noche estrellada de verano.
Bob Betz es un productor ubicado en el valle de Walla Walla en el estado de Washington Estados Unidos. Su lema es “No hay sustituto para la calidad del vino. Es nuestra única razón de ser. Comienza en el viñedo y sigue en la bodega”. Betz es un gran admirador de los vinos de burdeos y el Père de Famille se hace al estilo del banco izquierdo. Su vino, que significa Padre de Familia, en francés, es la mejor expresión de su bodega y trata de emular a los mejores Cabernet de Burdeos, dentro de su propio estilo enológico. En el año 2012, la cepa Cabernet Sauvignon representó el 90% de la mezcla, complementado por un 6% Merlot y 4% Petit Verdot. Toda la fruta proveniente del famoso distrito de la Montaña Roja (Red Mountain) en el estado de Washington. El vino luego pasa a por un proceso de añejamiento de 19 meses en barricas nuevas de roble francés y tiene una expectativa de guarda de muchos años.
El 2012 fue una excelente añada y los críticos internacionales estiman que a partir del 2022 se podrá comenzar a gozar este vino, y que entra en su etapa de maduración más expresiva. Esto es algo muy relativo, pero es una guía de referencia que puede durar muchos años más. Sin embargo, me hace sentido, ya que he probado este vino a lo largo de sus 10 años de vida y su estructura de frutos negros, mineralidad, elegancia y fuerza, necesitaba más tiempo en cada momento que lo degusté. Y va creciendo en la copa una vez que te lo sirves, así que hay que dejarlo respirar por lo menos 30 minutos; una hora mejor. Si tienes un decantador, es más recomendable servirlo ahí y dejarlo respirar por lo menos media hora.
Nunca se me olvidará que este vino me lo refirió Mark Kendziorek, amigo, conocedor y profesional del vino, quién se mudó a Arizona hace un mes, luego de vivir en Coronado por muchos años, junto a su esposa Jackie. Recuerdo que me dijo que para el, Bob Betz era uno de los mejores enólogos de los Estados Unidos y que sus vinos eran maravillosos. Así fue como en marzo del 2015 llegué a probar los vinos junto a Tom Steinke, Director de Ventas de Betz, en el Foreign Cinema de San Francisco. Un restaurante ecléctico donde pudimos degustar toda la gama de Betz y quedé encantado con el Père de Famille y el Clos de Betz.
Nombrar un vino Padre de Familia, conlleva un significado muy importante. Es a través de este vino que Bob Betz comunica la máxima expresión de responsabilidad que tiene sobre su familia y los vinos que hace. Es un sentimiento que trasciende el día a día y que envía un mensaje profundo al mundo, haciéndole honor a esa gran responsabilidad que tenemos todos los padres. Brindo por ustedes, padres de familia, en este día especial, que cerramos la temporada navideña, deseándoles un dulce año, donde reine la paz y prosperidad en sus hogares.
¡Salud para todos y Feliz Día de Reyes!
Juan Carlos Canavaggio
El 2021 ha sido un año de vinos blancos para CAVA 1888. Un año donde los blancos pasaron a ser grandes protagonistas de nuestro portafolio. Incursionamos en cepas blancas distintas, pero clásicas, e incorporamos a nuestra comunidad, productores de reconocimiento mundial. Muchas veces tendemos a olvidarnos que los vinos blancos son tan o aún más interesantes que los tintos. Su frescura, aroma, ácidez, mineralidad son dignos de admirar cuando los ejemplares son buenos. Y el ejemplar de hoy habla por sí solo. El Trimbach Cuvée Frédéric Emile 2012, cumple el próximo año 2022, 10 años desde su cosecha, pero su juventud y energía son muestra de que está listo para tomárselo ahora o disfrutarlo durante los próximos 10 años.
En 1626 Jean Trimbach funda Maison Trimbach en Rebeuville, hoy día provincia de Alsacia, ubicada al noreste de Francia. En esos días Jean hacia vino para el pueblo y su consumo no salía de la provincia. Su producción era relativamente pequeña y por doscientos setenta años, se mantuvo así. Hasta que en 1897 Frédéric Emile Trimbach decide ampliar horizontes. El mundo se estaba globalizando y decide participar en una feria internacional para dar a conocer su vino. El resultado fue exitoso y ahí comienza la marca Trimbach a cruzar fronteras.
La región de Alsace limita con Alemania y Suiza y ha intercambiado manos entre los franceses y alemanes en los últimos siglos. La realidad es que es una Francia distinta, su capital Estrasburgo tiene un aspecto de un pueblito alemán muy pintoresco, y su gastronomía también es más germana que francesa. De ahí que los vinos blancos de las cepas Riesling, Gewürztraminer y Pinot Gris, predominan en las viñas que crecen en sus alrededores.
La cepa Riesling no es muy conocida en nuestro país. Hay muy poca oferta, y la que existe no es igual al vino que producen en Alemania o Alsacia. Esta es una cepa con una historia que data desde el siglo XV en la región del Rio Rin, al oeste de Alemania. También tiene como característica dar un vino seco, floral y frutal en nariz, con un alto nivel de acidez. Tiene un potencial de guarda de muchos años, especialmente los que provienen de buenos viñedos. Los Riesling de Trimbach están ubicados sobre una cama de tierra caliza y calcárea, con fósiles de conchas marinas, que datan de más de 50 millones de años. Este tipo de tierra le da al vino una característica mineral y una frescura muy particular.
El Cuvée Frédéric Emile lleva dicho nombre en honor a ese gran hombre que tuvo el coraje y la visión de llevar su Riesling a un nivel internacional. Hoy día el vino es admirado dentro de la comunidad de productores y es considerado una referencia dentro del mundo de los vinos de Alsace. Su Cuvée, o mezcla, proviene de dos viñedos Gran Cru, el Gesibergy y el Osterberg, y se cosechan durante su máximo nivel de madurez. Es uno de los pocos vinos en Francia que no menciona la designación Gran Cru en la etiqueta, porque el mundo vitivinícola ya lo reconoce como tal.
Cuando pensamos en vinos blancos normalmente no pensamos en añejarlos. Pero el Cuvée Frédéric Emile es uno de aquellos maravillosos vinos blancos que se pueden añejar por unos 10 o 20 años. Y es que este vino tiende a mejorar con algunos años de guarda. Siempre sale al mercado entre unos 6 a 9 años después de embotellado, cuando el productor considera que el vino está listo para tomarse, pudiendo expresar mucha más complejidad que si se sacara al mercado más joven. La añada más nueva es la 2012, ¡aunque no lo crean!.
El próximo año 2022, presentará muchos retos y oportunidades para todos. Probablemente muchos de los mismos retos que vivió Frédéric Emile en 1897 cuando su entorno lo llevó a pensar de forma diferente y a salir de sus costumbres diarias. Sin duda el Cuvée Frédéric Emile 2012 representa un vino de carácter, auténtico y maravilloso con el que brindo con ustedes, para celebrar el coraje, y la valentía, para romper barreras y cruzar fronteras. El coraje de emprender, de levantarse cuando nos caemos y seguir adelante. Seguro que muchos de nosotros queremos que se nos contagie un poco de esa inspiración para salir adelante el próximo año. ¡Salud para todos y Feliz Año 2022!
¡Chin Chin!, Juan Carlos Canavaggio.
Louis Roederer es una casa de Champaña ubicada en Reims, Francia, principalmente conocida por su Champaña Cristal. Aquella que fue creada en 1876 para el Tzar Alejandro II de Rusia, y que se hizo famosa por su perfil exquisito. Pero, aparte de la Cristal, hacen la Champañas Brut Premier, la Carte Blanche con estilo Demi Sec y en añadas extraordinarias, la Rosé Vintage. Es decir, Louis Roederer no hace champaña rosada de mezcla de añadas, como comúnmente hacen las otras casas, solamente la hacen cuando las cepas Pinot Noir que forman la mayor parte de su mezcla, maduran de forma extraordinaria. Algunos expertos consideran la Louis Roederer Rosé Vintage como la hermana menor de la Cristal Rosé, unas de las champañas más exclusivas del mundo. Es realmente deliciosa.
En el año 2005 fui a Vinexpo Bordeaux, una de las ferias mas importantes del mundo del vino. Mi objetivo era probar vinos para añadir a nuestro portafolio, una misión importante, ya que en esa época mi selección era todavía muy limitada. Louis Roederer tenía un stand espectacular con una terraza que daba hacia el lago del centro de convenciones, donde te atendían a cuerpo de reyes. Cuando llegué le pregunté al recepcionista por el Gerente de Exportaciones y luego de unos 15 minutos esperando, me recibe el gerente en la entrada y me pasa a una mesa en la terraza, con vista al lago. Me ofrecieron una copa de Champaña, canapés, y conversamos sobre la marca y mi proyecto en Panamá. Mucho antes de la feria, me había puesto como objetivo que Louis Roederer representaba el perfil de champaña y de marca que quería tener en mi portafolio. ¿Por qué? Era una empresa familiar mediana, enfocada en alta calidad, diferente, con champañas deliciosas y de un prestigio internacional importante. Su historia era admirable y el estilo y elegancia de su champagne me encantaban. Lastimosamente la respuesta de los señores de Roederer, en ese momento, fue que no tenían producto para vendernos. Y que probablemente no lo tendrían por los próximos 7 años. PLOP! Mi reacción fue como la de Condorito…si.. PLOP! En fin… Seguimos…
En efecto, siete años después, un día X, recibo un correo de Louis Roederer indicando que estaban listos para expandir la marca a la región y que recibiría una visita de un ejecutivo importante para mostrarle el mercado de Panamá. Unos meses después, recibo al ejecutivo de Louis Roederer, quien me tocó atender en mi bello país. Luego de su visita me dice: “Juan Carlos, vamos a comenzar a trabajar juntos, pero quiero que me vengas a visitar a Reims para que conozcas más sobre la bodega y tengas la experiencia completa de Roederer”. ¡Listo!, mañana mismo reservo mi boleto!!!
Llegue a Reims vía el tren TGV desde París. El recorrido toma menos de una hora. Al salir de la estación había una señora muy elegante con un letrero que decía mi nombre. Ella me condujo hasta el estacionamiento donde nos montamos en un Rolls Royce clásico, modelo Silver Shadow, color dorado…como el de una champaña añeja,.. así mismo… que estilo!!. El camino de la estación a la bodega tomó solo 10 minutos. Frente a la bodega, Louis Roderer tiene su Chateau, en pleno centro de Reims. Una casa de arquitectura francesa, muy bien decorada y elegante, donde fui recibido por un mayordomo y una copa de Champaña Brut Premier, mientras esperaba a mi amigo Charles Fournier.
Dos minutos después me recibe y me pasa a la sala de la casa, donde me ofrecen unos canapés de foie gras para acompañar la champaña. Conversamos un poco sobre el negocio y pasamos a una mesa pequeña para dos personas dentro de la biblioteca de la casa. Cada puesto tenía un pequeño menú detallando los platos y el maridaje de vinos para cada plato. Al verlo, supe que sería una tarde larga…..pero sabrosa.
Algún día les contaré con lujo detalle lo que fue esa maravillosa experiencia gastronómica, pero algo que recuerdo muy vívidamente fue que quedé enamorado de la Champaña Rosé Vintage. Su elegancia, cuerpo, aroma, acidez, balance, estaba deliciosa con la comida y luego sin la comida también. Eso es lo rico de una buena Champaña, va con lo que sea, cuando sea.
Ahora que se acerca la navidad y el fin de año, quiero hacer una pausa para brindar junto a ustedes, y darles las gracias, primero al Todopoderoso y al equipo de CAVA 1888, el de Medimex, mi familia, mis socios, clientes y amigos, proveedores, maestros y colaboradores, en fin…todos los que han puesto su granito de arena en el desarrollo de este proyecto, de este sueño.. MUCHAS GRACIAS. Brindo con una copa de Rosé Vintage 2014, por la salud de todos, y por los buenos deseos, tanto para ustedes como para sus seres queridos. ¡Feliz Navidad!
¡Chin Chin!, Juan Carlos Canavaggio.
Caballo Loco es un nombre poco común para un vino. Menos cuando es el apodo del personaje que lo inventó. El amigo Jorge Coderch, socio de Valdivieso, se imaginó un vino hecho al estilo solera, de una mezcla de cepas, sin añada, que revolucionaría al mundo un poco como lo ha hecho él. Y así fue.
Hace más de 20 años atrás, en el año 1994 nace Caballo Loco No.1. Resultado de la iniciativa de Jorge y la pasión del equipo de Valdivieso en salirse fuera de la norma, para desarrollar algo nuevo y diferente. ¡Me suena familiar!
Caballo Loco fue uno de los primeros vinos Súper Premium que importé, hace casi 20 años atrás. En esa época, que estaba haciendo mis pininos, Valdivieso tenía un Export Manager muy entusiasta, que me comentaba sobre este nuevo proyecto llamado Caballo Loco. A mí me sorprendía el hecho de importar un vino que no tuviera añada y mucho menos la descripción de las cepas que constituían la mezcla. Era como un misterio, es más, ni ellos mismos sabían la fórmula. ¡Era como la Coca Cola!. Y eso me parecía cool, algo diferente, nuevo y el vino estaba muy sabroso. ¡Por más innovador que sean los vinos, tienen que ser sabrosos!, si no, no nos inspiran. Estábamos en la edición No. 3, y el vino fue todo un éxito. Es una lástima que no guardo ninguna botella de esas.
Recuerdo que apenas recibí el vino en bodega, le informé al Embajador de Chile de la llegada de Caballo Loco. Yo formaba parte de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio Panameño-Chilena y noté que la comunidad Chilena en Panamá estaba muy entusiasmada con esta novedad. Caballo Loco había sido lanzado exitosamente en Chile y el costo era prohibitivo allá. Muchos terminaron comprando el vino aquí para llevárselo de vuelta a casa, inventando como empacar la mayor cantidad de botellas en la maleta.
Al pasar los años, Valdivieso decide revelar las bases de la edición numerada, sin revelar la fórmula final de la misma. De ahí nace la serie Caballo Loco Gran Cru, que consiste en cuatro vinos que llevan cada uno, una mezcla individual de cepas con añadas que forman parte de la edición numerada. Y es que el proceso de hacer un vino con la técnica solera consiste en llenar una barrica madre y que, de esa, salga un porcentaje de la mezcla original a otras barricas, manteniendo siempre un poco del vino original en la barrica madre. Es decir, que el Caballo Loco 19 lleva un poquito de cada uno de los Caballos Loco anteriores, desde la edición No. 1, lo que lo hace cada vez más complejo e interesante.
Consecuentemente Caballo Loco es uno de los vinos tintos más originales que existen, lleno de personalidad e historia. Hoy brindo por la innovación, el coraje, la perseverancia y el trabajo de cada uno de esos emprendedores que se atreven a convertir sus sueños en realidades.
¡Chin Chin!, Juan Carlos Canavaggio.
A mi mamá le gusta el vino blanco, pero no cualquiera. Lo que verdaderamente le encanta es el vino blanco que tenga sabores y notas aromáticas un poco dulces pero que en boca sea seco y no tan empalagoso. Que a la vez sea fresco y con cuerpo medio, con un final sabroso. Con el Trimbach Gewürztraminer, siento que la voy a enamorar con un nuevo vino, una sorpresa muy agradable para ella.
Cuando me pongo a pensar, no existe ningún Gewürztraminer de Alsace en Panamá. No es que sean vinos prohibitivos, más bien son exóticos y poco conocidos. A pesar de esto, son muy pocos los vinos y las cepas que permiten tener esta combinación de contrastes inesperados, así medio mágica, donde su aroma te de la impresión de ser un vino dulce pero su sabor te cubre el paladar con sus notas afrutadas dándote un final seco y prolongado. La Gewürztraminer es probablemente una de las pocas cepas donde esta combinación es posible. Es una cepa encantadora pero no muy común, menos aquí. Según los expertos, la región donde mejor se cultiva es en Alsacia, Francia, donde su perfume y su carácter expresivo llegan al pico. Y si viene de un buen viñedo, como Trimbach y producido por un gran enólogo como Pierre Trimbach, pues mejor!
La cepa Gewürztraminer tiene sus inicios en el norte de Italia, en la región de Alto Adige, hace aproximadamente 1000 años. De ahí hizo su travesía a Alsacia, al noreste de Francia, donde hoy día se cosecha este vino. Se dice que su producción comenzó en la edad media, poco años antes que la familia Trimbach fundara su bodega en 1626.
Si bien el Gewürztraminer es un vino blanco, el color de la uva en el viñedo, evoluciona de un violeta claro, a un rojo ladrillo, a un amarillo rosado. La cepa, bajo la producción de Trimbach, produce uno de los perfumes mas suntuosos y exóticos del mundo del vino. Ya me he dado cuenta que muy pocos nos podemos resistir. Es muy fácil enamorarnos de su aroma y de su estilo. Se bebe fácil y dan ganas de seguir tomando. Aparte que va muy bien con varios tipos de comida; muchas de las cuales nos gusta comer aquí en nuestro patio. Por ejemplo, es muy sabroso con la comida china, el pulpo a la criolla, esos platos de pescado y mariscos de Colón con curry y coco! Imagínate hasta pollo frito! Jajaja.
Trimbach tiene un estilo de Gewüztraminer que es fácil de gustar para mucha gente. Es el perfil de vinos que le encanta a mi mamá, y justo mientras escribo estas líneas, enfrío una botella para compartir luego con ella. Ya me imagino a mi madre feliz, tomando este vino, hablando que le encantaría compartirlo con mi padre o con sus amigas, de aperitivo o con comida y creando momentos para el recuerdo.
Y es que a poco menos de una semana para celebrar el Día de la Madre, me adelanto a poner en retrospectiva la suerte que he tenido de recibir el amor y cariño de mi madre. De dar gracias por el tiempo y la dedicación que tuvo para mí y mis hermanos. Le doy infinitas gracias a nuestro Señor por permitirme compartir estas experiencias con ella y porque todavía la tengo a mi lado, con su copa de vino.
¡Solo deseo que ustedes también lo puedan hacer!
Salud,
Juan Carlos Canavaggio
Domaine Vacheron es mundialmente conocido por sus vinos blancos. Con el privilegio de poseer una colina dentro de las mejores tierras de Sancerre, en el Valle del Loire, al sur de París, sus Sauvignon Blanc se destacan por poseer una mineralidad y un cuerpo particular. Sus diversos terroir, donde predominan la piedra de sílex y algo de piedra caliza, dan una elegancia y peso a sus vinos realmente envidiable. Podemos decir que Domaine Vacheron es un verdadero especialista en Sauvignon Blanc, pudiendo sacar una variedad de estilos de esta única cepa dentro de su privilegiado dominio. Sin embargo, uno de sus mejores secretos es un Pinot Noir que hacen en muy pequeñas cantidades, conocido como “Belle Dame” o “Bella Dama”.
Y ¿qué hace un Pinot Noir en Sancerre? Resulta que antes de la invasión de la phyloxera en los años 1860´s, que eliminó prácticamente todas las viñas en Francia, el Pinot Noir se sembraba en esta región. Domaine Vacheron nace en el año 1900 y hacia finales del siglo pasado el Sr. Jean Vacheron decide retomar la producción de Pinot Noir. Solía frecuentar a su amigo Aubert de Villaine, dueño de Domaine de la Romanee Conti, para recibir consejos sobre la elaboración de esta cepa. La fruta que se usa para producir la Belle Dame proviene de una parcela muy famosa del viñedo Les Romains, donde las damas solían caminar para apreciar la vista desde ese punto. De ahí el origen de su nombre en 1995, cuando nace este vino. Hoy día son la referencia del Pinot Noir de Sancerre con una extensión de 11 hectáreas, de las cuales un pequeño porcentaje va a la producción de “Belle Dame”.
Tuve el placer de probar este vino junto con Jean Dominique Vacheron, uno de los nietos de Jean, estando en Angers, Francia, en febrero del 2020, justo antes de la pandemia. Jean es una persona simpática y muy apasionada de su legado familiar, con quien tuve la oportunidad de probar todos los vinos que hace Domaine Vacheron. Aunque su región y su bodega se destacan mundialmente por ser una de las elites del Sauvignon Blanc, puedo confesar que no me esperaba probar un Pinot Noir dentro de su portafolio y menos uno tan sabroso como “Belle Dame”. Fue algo totalmente nuevo y único para mí y uno de los mejores secretos de la bodega. Es un vino delicioso que trae una nueva dimensión y elegancia a esta cepa.
No se pierdan esta oportunidad de probar el Belle Dame y de hacer un momento CAVA con sus seres más queridos.
¡Chin Chin!, Juan Carlos Canavaggio.
Muchos panameños con familiares o descendencia estadounidense celebran el cuarto jueves del mes de noviembre el día de Acción de Gracias o Thanksgiving. Este año cae el jueves 25 de noviembre y en los Estados Unidos es la fecha con el mayor tráfico aéreo del año. Todas las familias viajan de donde estén en el vasto territorio de los Estados Unidos para encontrarse con sus familiares. Curiosamente se juntan más familias en esta fecha, que en Navidad. La tradición de Thanksgiving remonta a un banquete hecho en el año 1621 para celebrar la cosecha y las bendiciones recibidas durante el año. Hace memoria a los primeros colonos ingleses que llegaron a los Estados Unidos buscando una mejor vida, que se juntaban con las tribus originarias de esos territorios, para compartir una comida en unión a su alianza. Su espíritu de celebración evoca un momento de unión, humildad y agradecimiento.
El menú de esta celebración tradicionalmente incluye un pavo asado con salsa de cramberry, pan, vegetales, papas dulces y un buen postre de calabaza. ¡Y vino claro!. Hoy día existen variaciones para la preparación del pavo, algunos comen jamón, otros cordero, en fin... es un menú ecléctico que necesita de un vino que lo lleve todo y lo lleve bien. No podemos poner un vino muy fuerte ni tampoco otro muy suave, lo ideal es buscar el maridaje ideal para acompañar estos deliciosos platos.
Lange Three Hills Cuvée Pinot Noir, es producido en Oregon por la familia Lange. Una familia simpática, trabajadora y comprometida con hacer uno de los mejores Pinot Noir de los Estados Unidos. Ubicados dentro del famoso Valle de Willamette, en el Estado de Oregon, conocido mundialmente por su producción de Pinot Noir, la Bodega Lange embotella una serie de Pinot Noirs procedentes de distintas fincas. El Three Hills Pinot Noir es uno de ellos, mezclando fruta de las viñas de Freedom Hill, Dundee Hill y Lange Estate. Esta mezcla toma las mejores características de cada viñedo, con una variedad de tipos de suelo y clones que le dan una complejidad muy interesante al vino. Aromas de cereza, especies y muy sutilmente tabaco, junto con un cuerpo medio y un final suave. Un vino rico, con taninos elegantes, y un final persistente, dan una combinación ideal para el banquete de Thanksgiving.
Lastimosamente no pudimos traer mucho vino, ya que el Three Hill Cuvée representa una pequeña producción dentro del portafolio de Lange Estate, por lo que sugiero aprovechen esta oportunidad para comprar un gran Pinot Noir de Oregon de una añada 2016, que está realmente deliciosa.
Curiosamente nos topamos con los vinos de Lange en plena pandemia, cuando estábamos haciendo estudios para traer un buen Pinot Noir de Oregon. Jeese Lange, hijo del fundador de la viña y contemporáneo mío, acordamos hacer un Zoom para conocernos y concluimos que sus vinos podrían gustar mucho en Panamá. Tuvimos la oportunidad de probar varios de sus vinos y podemos decir orgullosamente que somos el primer país de Latinoamérica donde están disponibles. La revista Wine Enthusiast, una de las mas reconocidas los ha distinguido como uno de los mejores productores de Pinot Noir en los Estados Unidos.
No se pierdan esta oportunidad de probar el Lange Three Hills Cuvée Pinot Noir 2016 y de hacer un momento CAVA con sus seres más queridos.
¡Chin Chin!, Juan Carlos Canavaggio.
RECONOCIMIENTO DE LA CRÍTICA |
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En Panamá muy poco conocemos sobre los vinos de la región de Burdeos en Francia. Es una de las regiones vitivinícolas más famosas del mundo y su historia data desde los tiempos romanos, hace más de dos mil años atrás. Produce muchos de los vinos más exclusivos del mundo, como Château Latour, Château Haut Brion, Château Yquem y muchos más. En la península del Medoc, al norte de la ciudad de Burdeos, predomina el cultivo de la cepa Cabernet Sauvignon y las otras cepas que forman una menor parte menor de las mezclas tradicionales, como el Cabernet Franc, Petit Verdot y Merlot. Esta área está inundada de pequeños castillos (châteaus) que llevan cientos de años produciendo vinos de alta calidad y exportando sus vinos alrededor del mundo.
El Medoc está dividido en varias Apelaciones, regiones que, por su clima y suelo, se han diferenciado históricamente por sus características en la producción del vino. Chateau Meyney se produce en la apelación de Saint Estephe, pegada al río Garona, casi en la parte más norte de Burdeos, en la península del Medoc. Esta región suele producir vinos elegantes, ricos en fruta y taninos, que se pueden guardar por muchos años. Algunos dicen que son de los mejores vinos relación precio calidad de Burdeos.
Chateau Meyney data desde 1662. Es una propiedad de 51 hectáreas donde el castillo yace en todo el centro de la propiedad. Es reconocida por una vista bella del rio Girona, ya que sus viñedos llegan prácticamente hasta el borde del río. La finca está cultivada 60% de Cabernet Sauvignon, 30% Merlot y 10% Petit Verdot, con una edad promedio de de sus vides entre 35 y 40 años. Es una de las propiedades más antiguas de toda la región del Medoc, que hospedaba anteriormente un convento.
Recientemente tuve el placer de probar el Chateau Meyney 2018, por recomendación de una amiga, especialista en vinos de Burdeos. Aunque un vino joven, estaba realmente delicioso. Con aromas a frutos negros, mocha, especies, con un peso en boca que te rellena el paladar de sus sabores y una concentración admirable, el vino se bebe muy fácilmente gracias a sus taninos suaves y elegantes. Me pareció un excelente maridaje con una punta de palomilla asada y unas costillitas de cordero que compartí con varios familiares. Antes de probarlo, lo abrí y lo decanté en un decantador clásico de vidrio. Lo dejé respirar por media hora dentro de la nevera y al servirlo estaba ideal para la degustación.
La verdad es que no es todos los días que uno encuentra vinos de Burdeos, accesibles en precio, que verdaderamente llamen la atención. Burdeos es tan grande que es muy fácil perderse entre las miles de marcas y casas que hacen vino. Dado esto, creo que ha sido muy difícil para los importadores encontrar esas pequeñas estrellitas que se distinguen dentro del gran universo de vinos y han hecho que poca gente conozca estas rarezas. Nosotros llevamos años estudiando la región y finalmente hemos descubierto una serie de joyitas como lo es esta bodega.
No se pierdan esta oportunidad de probar el Chateau Meyney 2018 y de hacer un momento CAVA con sus seres más queridos.
¡Chin Chin!, Juan Carlos Canavaggio.
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Tesoros de CAVA 1888 - Por: Juan Carlos Canavaggio - Presidente de CAVA 1888
¨Viña Morandé es una bodega determinante en la historia reciente del vino chileno¨ (Patricio Tapia - Descorchados 2022)
En el año 2002 cuando decidí importar vinos a Panamá, uno de los enólogos de Chile que más me llamaba la atención era Pablo Morandé. En el año 1982 planta en el valle de Casablanca las primeras parras de vino, un sitio al que nadie le apostaba en ese entonces. Ese hecho marcaría el principio de la visión de Pablo, su sueño de fundar su propia bodega. En el año 1996 funda Viña Morandé, y con ello el House of Morandé como su vino icónico, una mezcla de tintos, mayormente Cabernet Sauvignon, con Cabernet Franc y algo de Carignan, en las añadas más frías, más frutas rojas, como cerezas, frambuesas y fresas.
Pablo Morandé - Socio fundador de Viña Morandé
Hoy día Ricardo Baettig es quien lleva el liderazgo enológico de hacer el blend de House of Morandé. Ricardo tuvo la oportunidad de venir a panamá hace unos años atrás y con él traer algunos de los vinos de House de las añadas 2002, 2005 y 2011, cuya experiencia fue única. Los vinos se sentían todavía jóvenes, con muy buena fruta pero con más complejidad en nariz y con taninos suaves y elegantes. Su paso por barrica francesa le daba un aroma muy similar a los Cabernet Sauvignon de Burdeos pero sin dejar la marca del terroir de Chile, particularmente en el valle de San Bernardo dentro del Maipo, donde se elaboran estos vinos.
Ricardo Baettig - Enólogo de Viña Morandé
House of Mrandé 2017 nos llega en cantidades limitadas con una serie de galardones. Un vino vivo, jugoso, y con potencial de guarda de 20 años, pero con capacidad de ser disfrutado desde joven. Un gran amigo, conocedor de vino le dice su “gallo tapao” porque realmente es un vino que tiene para dar mucho placer y que se guarda por mucho tiempo.
La añada 2017 ha sido excelente en Chile por lo que este House será uno de los mejores de la década, sin duda.
¡Chin Chin!, Juan Carlos Canavaggio.
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Tesoros de CAVA 1888 - Por: Juan Carlos Canavaggio - Presidente de CAVA 1888
"Este vino se caracteriza por su color rojo picota con capa intensa y brillante. Cuenta en nariz con aromas frutales y toques de madera bien integrados. Se trata de un vino elegante y sedoso, con un buen envejecimiento en barricas de roble francés." (James Suckling)
En los años 80, cuando se pensaba en un gran vino de la región de Ribera del Duero, la mayoría de las personas pensaban en la bodega Vega Sicilia. Hasta que un día Alejandro Fernández, bodeguero de pasión, comienza hacer ruido con su Tinto Pesquera, cuyo nombre corresponde al pueblo natal de Alejandro.
La denominación de origen Ribera del Duero nace en 1982, y ya se hablaba de los vinos tintos de Ribera del Duero como unos de los más destacados de España. Fue en 1985 cuando Robert Parker, el crítico americano más destacado de la época, descubre el Pesquera Janus 1982, elaborado con uvas procedentes de la Viña Alta de Pesquera, y lo eleva a uno de los mejores vinos del mundo, considerándolo el Petrus de España. Esta noticia le dio una fama mundial instantánea a Pesquera y con ellos a los vinos elaborados por Alejandro Fernández, quien se convirtió en un embajador de su marca y de Ribera del Duero, haciendo presencia con sus vinos por todo el mundo.
Alejandro Fernández, creador del Grupo Pesquera, fotografiado en uno de sus viñedos en 2006.
Alejandro falleció el 21 de mayo de este año, a los 88 años, dejando toda una vida de entrega al vino, habiendo fundado no solo Pesquera, sino otras bodegas como Condado de Haza, Dehesa la Granja y El Vínculo. Ha sido una de las figuras más importantes en la historia de Ribera del Duero y gran parte de la fama de esa D.O. se debe al amor y pasión con la cual elaboró sus vinos durante toda su vida.
Toda la comunidad del vino honra y da mérito al gran trabajo de Alejandro, cuyos vinos tuve la fortuna de probar desde el año 1994. Hoy día la Familia Fernández Rivera sigue trabajando en el legado de su padre.
El año 2015 fue una buena añada en Ribera del Duero que está demostrando una gran evolución en botella. Marca solo una de las seis añadas donde Pesquera ha escogido elaborar su gran Vino Millenium Gran Reserva, que se ha producido solamente en añadas excepcionales. Las añadas anteriores han sido, 1996, 2002, 2004, 2008 y 2009. Este vino utiliza cepas provenientes de la Viña Alta de Pesquera, aquella que tanto le gustó a Parker.
Sus cantidades son muy limitadas, por lo que realmente esta es una gran oportunidad para adquirir un vino icónico, que se puede disfrutar hoy día o guardar unos años más. Se puede maridar con carnes, cochinillo, cordero asado y estofados. Es un vino icónico y una joya de la bodega.
¡Chin Chin!, Juan Carlos Canavaggio.
RECONOCIMIENTO DE LA CRÍTICA: |
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Tesoros de CAVA 1888 - Por: Juan Carlos Canavaggio - Presidente de CAVA 1888
¨El Tor Oakville Cabernet Sauvignon 2018 es sensacional. Ofreciendo una maravillosa sensación de elegancia y pura clase, este fabuloso Cabernet impresiona instantáneamente con su magnífico perfil aromático de cerezas negras maduras y moras.¨ (International Wine Report)
¨Grandes cosas vienen en paquetes pequeños”, es un dicho que frecuentemente escuchamos y es el caso de TOR. TOR se ha convertido en un vino de culto dentro de los Estados Unidos. Hay clientes que pasan años sin poder obtener una de sus botellas icónicas y gran parte de la causa se debe a que su producción es muy limitada.
Nosotros pudimos asegurar un pequeño lote de TOR Cabernet Oaville 2018 para Panamá, procedente de una selección del viñedo de Terra Roja en Oakville, una de las regiones clásicas de Napa y con un carácter elegante pero a la vez de mucho cuerpo. De este pequeño lote, solo se produjeron 17 barricas de 225 litros para todo el mundo, es decir, 5100 botellas. En el mundo del vino esta cifra de producción es muy pequeña.
El enfoque de Tor Kenward, propietario de TOR, siempre ha sido de producir vinos excepcionales de parcelas únicas dentro del valle de Napa. Sus más de 35 años de experiencia en el valle de Napa le han permitido conocer cada rincón del mismo y donde se obtienen las mejores uvas. Su carácter perfeccionista y su pasión por la excelencia hacen que cada detalle de la viticultura y producción esté enfocados en dar como resultado un vino de clase mundial.
La añada 2018 es considerada como una añada excelente en Napa y el 2019 y 2020 lastimosamente han sido añadas con retos importantes debido a los incendios forestales que han afectado al estado de California. Aprovechen esta gran oportunidad de degustar uno de los tesoros de CAVA 1888, el cual se hace cada día más exclusivo y limitado.
¡Chin Chin!, Juan Carlos Canavaggio.
PRECIO ESPECIAL: $109.25
RECONOCIMIENTO DE LA CRÍTICA: |
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